Heridos

HERIDOS

 

Porque la caricia de la vida es puñalada,

porque desayunamos aire pútrido,

porque adquirimos terrazas para contemplar

cielos de desolación.

 

Porque la gente juega a acariciarse con

las garras afiladas y una cínica sonrisa,

porque somos claustrofóbicos errantes

desterrados en la ciudad.

 

Heridos y solos,

heridos y muertos,

heridos por herencia,

heridos por obstinación,

heridos con manos de arcilla.

 

Porque nacimos justo en medio del temporal,

y somos animales salvajes vestidos de etiqueta,

hipotecando el presente, para una posteridad

de dientes apretados.

 

Porque en la fragilidad del aire se oye el

bisbiseo de profetas de doctrinas encapuchadas,

porque arrojamos pedradas al cristal

de la melancolía.

 

Heridos y condenados,

heridos y suicidas,

heridos y asfixiados,

heridos y soberbios,

heridos con dedos lluviosos.

 

Porque todos los días nos expulsan

del paraíso, con sangre, barro y

recuerdos en las rodillas;

cifras sueltas aprendiendo a caminar.

 

Porque hay varios millones de brazos

que parecieran sobrarle al sistema productivo,

temblando por la liturgia del exterminio

y su programada mezquindad.

 

Heridos y sin maquillar,

heridos luminosos,

heridos y pretensiosos,

heridos y prescindibles,

heridos con sonrisas mortecinas.

 

Porque las cañerías del pasado se

estremecen oyendo al futuro perforar el aire.

Porque la esclavitud y la complacencia nos

sirven como postre un trozo de hormigón.

 

Porque el estiércol baila en calles

de salvajes melodías, donde solo

quedan extraños que no se saben mirar,

ni saludarse, ni llamarse por su nombre.

 

Heridos y enjaulados,

heridos pero satisfechos,

heridos y temblando,

heridos y delatores,

heridos teorizando con nerviosismo.

 

Porque el rostro de la miseria

preanuncia la espalda del desastre.

Porque la estadística nos ha dejado

desprovistos de nombres propios.

 

Porque nadie se ha molestado en aclararnos

quien es nuestro oponente, implacable adversario

que con programas económicos patea cada

vez más lejos el rastro de nuestra dignidad.

 

Heridos y tumultuosos,

heridos y sin voz,

heridos y vulnerables,

heridos e intimidados,

heridos con el lenguaje mutilado.

 

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El idioma del olvido

EL IDIOMA DEL OLVIDO

 

Ha muerto un niño en África… No

recuerdo si fue en Marruecos o en Lesoto…

 

Nada supo de nutrientes, minerales,

vitaminas, y nadie supo que era el

hambre la razón de un llanto ahora estéril…

 

El pan que no probará su boca fue

seguramente digerido por un

estómago que no lo necesitaba…

 

Mientras tanto, los bien alimentados habitantes del planeta,

hablan de una adolescente británica que quedó atrapada

en una alcantarilla para rescatar su iPhone recién comprado.

 

Pero este niño que ha muerto en África nada sabrá de

tecnología, mapas y lucha entre hermanos; ni los siglos

póstumos ni las enciclopedias le pondrán nombre a una

sombra que surgió sin papeles, y partió sin enterarse

si aquello del amor al prójimo todavía está de moda.

 

Este niño no sabrá decir futuro o zanahoria, ni tampoco que

llegó al mundo destinado a morir desde antes de nacer.

(Solo podría dar testimonio del frío como un dardo en cada músculo).

 

Mientras tanto, en Dallas se inaugura una muestra de arte

con cuadros pintados por George Bush, mostrando su

«lado humano», y lo que puede hacer alguien con tiempo y dinero de sobra.

 

Pero este niño que ha muerto sin saber que estaba vivo nunca

conocerá el susurro de las voces que caminan por una galería de arte.

 

Su madre, que ha perdido otros tres hijos, comprende que

ya nada queda, más que un hundimiento en aguas turbias.

Sueños arruinados esperaban tras una puerta que nadie abrió.

 

En África solo se habla el idioma del olvido,

mientras los gobiernos continúan su rutina de mirar

para otro lado. Si este niño (y otros en su misma

situación) poseen derechos, se están asfixiando.

 

Y en otro rincón del mundo, en este preciso

momento en que un corazón pequeño se detiene,

unos pocos se reparten, entre solemnidad y banquetes,

una parte del planeta que quedaba por dividir.

 

La sobremesa para el rico; la basura para el

pobre, siempre y cuando sea sumiso y no

reclame una reducción gradual del deshonor.

 

De aquel Mesías que multiplicaba panes

hemos pasado a elegidos que los roban…

 

Cuando el ser humano se despoja de valores

surge en su interior la voz de la indiferencia.

 

La separación del alma de un cuerpo desnutrido

de piel oscura se pierde tras el humo del

suceso del último hat trick de Cristiano Ronaldo.

 

Un número ha muerto en África; y su cuerpo horas

después, sigue siendo aun menos frío que la estadística

que habrá de incluirlo en el informe anual de los olvidados.

 

En África la vida deambula tristemente

sola dentro de un descascarado laberinto…

 

En cambio, su reverso, la muerte,

siempre encuentra compañía…

 

 

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Mandamientos para nuevos poetas

MANDAMIENTOS PARA NUEVOS POETAS

 

Tener a mano un buen diccionario de sinónimos,

que transforme la palabra hambre – un pequeño

detalle que solo afecta a millones en el mundo –

en avidez; expresión que tal vez derive en ambición,

actitud humana y natural que nos hará olvidar el

reclamo original de que tantos no tengan qué comer.

 

Es recomendable que un estruendoso silencio

tape, con la menor cantidad de grietas posibles,

ese lenguaje torpe y obsceno de quien denuncia

en un contexto general las carencias de infinitos

rostros anónimos que no tienen la fuerza para

gritarle al poder de turno «esto es todo menos vida».

 

Y habrá que proclamar con aire soñador y satisfecho

la hermosura del mundo que habitamos, remarcando

en dicho discurso las virtudes de poseer zapatos

sin agujeros, corbatas de colores variados (nunca

es bueno repetir), vidrios polarizados, una sordera

de ocasión, una ceguera perpetua y bien lustrada.

 

Eliminaremos entonces otras palabras innecesarias en la

poesía contemporánea, como las siguientes:

 

Hambre

Esclavitud

Capitalismo (no rimar con salvajismo)

Trata de personas

Infancia en peligro

 

Sería un recurso sumamente productivo comenzar

de aquí en más a adornar nuestra escritura con

términos menos indecorosos, a saber:

 

Arco iris

Amor (repetido la mayor cantidad posible de veces)

Felicidad

Estrella

Mejilla

 

Dejar en claro que es más conveniente la

metáfora «la ciudad es un enorme crucigrama

sin resolver», que recordar por enésima

vez que los distintos siguen estando en penitencia.

 

Y todo ese conjunto de expresiones positivas

taparán con barro a ese inútil compromiso social de

otros tiempos, porque total…Ignorado el vocablo falaz,

muere el problema, ¿No es así?

 

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Los beneficios del privilegio de la esclavitud

LOS BENEFICIOS DEL PRIVILEGIO DE LA ESCLAVITUD

 

Viaja la victimización a lomos de la desidia; «los viejos

están viviendo demasiado», declara sin tapujos un ministro japonés.

Quien no produce no existe, ya puede dejarse de estorbar.

Nadie inició el incendio… Y sin embargo se propaga…

Tiempo de hipnosis, del vale todo según el precio, elevamos

costosas plegarias a la cada vez más exigente religión del consumismo.

 

Hace tiempo no florecen risas espontáneas, ni se cuestiona

la domesticación vigente… A lo mejor por falta de tiempo…

Se construyen carreteras, rutas, autovías, y seguimos sin saber a dónde ir.

Otros son los que deciden el cómo, el por qué y el cuándo de nuestros pasos.

Los mismos que no explican los beneficios del privilegio de la esclavitud.

¿Alguien recuerda el camino de vuelta al paraíso que supimos destruir?

 

La acción humana, falible y sujeta a intereses corona la ideología de la

imprevisibilidad; una masa confundida y precaria apenas si puede contener

la hemorragia de este Babel de injusticia que gira alrededor del sol.

Se agolpan las cifras donde antes había personas, al tiempo que otra

víctima yace tendida en el asfalto, espejo de lo que preferimos no mirar,

embelesados por la oratoria de los lobos que pastorean los rebaños.

 

Dentro de los residuos de los días que transcurren se trabaja para

cumplir los deseos de los demás en desmedro de los nuestros, y se confunde

libertad con permiso para circular por las calles con la frente marchita.

Arriesgarse a fomentar lo que es digno no es lo mismo que hacer

lo estrictamente necesario para continuar sobreviviendo un día más.

Aquel que se cree ajeno o inmune solo ignora la bofetada por venir.

 

Cada vez somos más ciencia ficción y derroteros sin sentido,

pero que nadie crea que es fácil ser conscientes de estar

contemplando tremendo desastre. Nos han extirpado

hasta las uñas con las que nos aferrábamos al desierto,

pero llegará el momento de reclamar como nuestro el

día de mañana (asumido que el hoy ya no nos pertenece).

 

Economistas de garaje profetizan con el diario de

anteayer que el ultraje de este tiempo nos está robando

hasta los pájaros que hacían menos triste el cielo.

Y al tiempo en que el odio continúa destrozando las voces

que se alzan en pos del sentido común, propongo

huir de todo aquello que tenga un valor económico.

 

La lógica aplastante de los hechos parece no escuchar a los

expertos que dicen «todo va bien». Si usted ha nacido en la

indigencia, tiene derecho a permanecer en silencio, y

sonreír mientras lo pisan. Quizá cambie la raza del perro del

cazador, pero la presa siempre es la misma. La guerra

actual tiene como campo de batalla el corazón humano.

 

Malos tiempos para considerarse persona desde

que se mira más el bolsillo que a las estrellas.

 

 

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