Pocos saben

POCOS SABEN que tengo otra hermana.

El azar nos separó al nacer.

Yo mamaba la leche de mi madre

mientras ella se secaba al sol.

Cuando perforaron mis orejas

ella sufrió la ablación del clítoris.

Follé con hombres y sufrí por todos;

a manos de uno solo se quebró ella.

Me separé, lloré, abandoné mis sueños.

Ella murió unas cuantas veces

bajo piedras, ácido, sida y malaria.

Su cuerpo se deshizo y se recompuso.

En una o dos ocasiones fue feliz de morir.

Mi hija creció; mi hermana murió en el parto.

Años después parió una niña y se la quitaron.

Yo veo mi cuerpo envejecer; ella no tiene espejo.

Me pongo cremas antiarrugas

pero toda ella es un surco.

Yo hago listas de lo que le duele:

pero ella es la que administra su dolor.

 

Copyright © 2013. Ana Pérez Cañamares

De Las sumas y los restos (Devenir 2013)

Todos los derechos reservados. All rights reserved

Cómo ganar una guerra perdida

Cómo ganar una guerra perdida:

 

Uno. Excavar trincheras
con palas, lapiceros, saxofones.
De las grietas, hacer cicatrices.

 

Dos. No llevar uniformes.
Cada cual adoptará el disfraz
que menos le ofenda.

 

Tres. No distinguir noche y día.
Permitir la soledad a quien la elija.
Adoptar perros y recién llegados.

 

Cuatro. Celebrar una fiesta
por cada trinchera. Llegará el enemigo
y no entenderá nuestro lenguaje.

 

Les será imposible la conquista:
ellos no aman a los perros mestizos
ni arrancan orgasmos a las palabras.
Perderemos la guerra de las mayúsculas
pero la vida está de nuestra parte:
lloramos y celebramos la brizna.

 

Copyright © 2014. Ana Pérez Cañamares
Todos los derechos reservados. All rights reserved

Capitalism

CAPITALISM
 
The well-dressed greasy man sneaks into our bed every night
After having shagged the universe, he comes to whisper us lullabies
His obsession for us is relentless
In our dreams he chases us
Disguised as a dog, as a salesman, as a priest
As an ear of wheat, as a pocket gun
Disguised as death, disguised as life 
 
I know he likes you with bags under your eyes
And I turn him on when I am tired
He wants me slender although he tempts me with sweets
He wants you elegant although even your bones hurt
 
He pushes me into drunkenness, not for fun
But for me to forget
That my leisure time is always brought to a close in the red
 
When we are about to fall ill from exhaustion
He grants us a holiday
And he lays for us plane tickets just as the hunter
Who throws a bone to the greyhound he will hang tomorrow
 
He urges me to wish for things I don’t need
Although he never brings me a present
 
He says that my enemies are those
Who want the same as me
Because there isn’t enough
There is never enough for us all
 
And he charges us for things that don’t belong to anyone
For the rainwater
For the sand and the sun
For the clearings in the woods
And  the mountain springs
 
He kidnaps my love for 10 hours every day
And every day he returns him to me aged
 
With his lecherous arms he hugs my daughter
And I shout «hide!»
-I have seen the first signs of surrender
In her innocent face-
But I don’t know how to show her the way out 
 
And rather than my happiness, what he is after 
Is to raise a hint of solace in my countenance 
That allows me to reach the next truce
 
Every day he makes me sip coffee
As a coping strategy , and later a pill
To placate my nerves and get me to rest and sleep
While he carries on doing with me what he bloody wants
 
(Sometimes he lays on me and I, with my eyes open,
Look at the ceiling, and if he finds out he tells me
That it’s time for me to paint it)
 
He poisons the food he feeds me
He forbids me to smoke while he fattens up my anguish
And takes away the dummies that could soothe me
 
He provokes my cry
And later forces me to hide the marks of sadness with make up
 
If I turn rebellious, he laughs patronisingly
He says he also went through all that
And he downgrades my defiance to an item of fashion
To be flaunted on a t-shirt on a Saturday morning
Going out to get a paper and croissants
 
He gives me full details of every murder, of all the wars
Of the rapes and military coups   
 
But so much information leaves me deaf and I can listen no longer
To the creaks or the sobbing
To the signs of the crumbling
 
And he fails to say that each dead, each injured
The raped women and the tortured
All received his visit before becoming what they are now 
 
He dodges blame with promises
But I know that if he only says the word
We shall be condemned
 
And if he disappears it is to spy safe and in hiding
In the bars, in the hotels, in the bathrooms, in the cells
 
I have to give him thanks because
-You are a contemporary woman- he eagerly shouts
One of those who speaks languages, works at home and in an office
One who goes to the gym and looks younger than her ID states
Who has a good grasp of pedagogy although hardly sees her kids
 
And you also were blessed with a vocation
So that you can feel better than the rest
(And I fail to say that I don’t want to be an artist
If that’s going to make me different
Because I feel lonely enough already
And I don’t want to compete in any more races)  
 
If I show weakness, he whispers that everyone will want to take advantage
(As if he left anything for others)
That I better display arrogance
(With everyone but him)
 
He talks to me about all sorts, but doesn’t mention who’ll pick up the remains of the shipwreck
Nor where we the castaways will meet to organise ourselves
To start a fire, share food and warm away the cold
 
Although before we need to build up strength
Not to abandon each other in our corners
 
One day, I don’t know when, I’ll make him pay
For his corpses, the humiliations
The kidnapping of innocence
The ransacking of dreams
 
I am going to make him pay, I don’t know when
 
And the first stabbing I will deal him 
Will be for the caresses we didn’t give each other
For the shags we don’t have
You and I
Every time he sneaks into our bed
And tell us that tomorrow, tomorrow, tomorrow
Tomorrow, the alarm clock will sound at 6.30
 
And twenty more minutes of sleep
Will make us better soldiers at his service
 
I swear to you, my love. One stab
For each shag he stole from us
And then the rest, for the prisoners, the dispossessed
For those who leave behind home and family
For the pain we don’t deserve to suffer nor see
For the fields razed to the ground
For the animals they cram in
For the children who work
For the eyes that shut out of tiredness and death
For the time that won’t be back
For the life they robbed us of
For life
My love
For life
 
 Translated by Poesía Indignada and Lizzie Lowenstein.
Thanks also to Terry Bradford.
Copyright © 2013. Ana Pérez Cañamares
Todos los derechos reservados. All rights reserved
 
 
Original poem in Spanish
 
CAPITALISMO
 
El hombre seboso y trajeado se cuela en nuestra cama cada noche
después de follarse al universo viene a susurrarnos nanas
su obsesión por nosotros no descansa nunca
en nuestros sueños nos persigue
con su disfraz de perro, de vendedor, de cura
de espiga de trigo, de pistola en el bolsillo
su disfraz de muerte, su disfraz de vida
 
sé que tú le gustas con ojeras
yo le pongo cachondo cuando estoy cansada
me quiere flaca aunque me tienta con chucherías
y a ti elegante aunque te duelan los huesos
 
me empuja a emborracharme pero no por diversión
sino para olvidar
que mis horas de ocio se cierran siempre con balance negativo
 
cuando estamos a punto de enfermar por agotamiento
nos premia con unas vacaciones
y nos tiende los billetes como el cazador
lanza un hueso al galgo que ahorcará mañana
 
me instiga a desear cosas que no necesito
aunque él nunca tiene para mí un regalo
 
dice que mis enemigos son aquellos
que quieren lo mismo que yo
porque no hay bastante
nunca hay bastante para todos
 
y nos cobra por lo que no es de nadie
por el agua de lluvia
por el sol y la arena
por los claros del bosque
y los manantiales
 
secuestra a mi amor durante 10 horas cada día
y cada día me lo devuelve más viejo
 
con sus brazos lascivos abraza a mi hija
y yo grito ¡huye!
-he visto los primeros signos de rendición
en su rostro inocente-
pero no sé mostrarle la puerta de salida
 
y más que mi felicidad, lo que a él le preocupa
es atisbar en mi cara un rastro de consuelo
que me permita llegar hasta la próxima tregua
 
cada día me pone café en los labios
para que aguante, y luego una pastilla
que me aplaque los nervios para que descanse y duerma
mientras él sigue haciendo conmigo lo que le viene en gana
 
(a veces se tumba sobre mí y yo con los ojos abiertos
miro al techo, y si se da cuenta me dice
que ya va siendo hora de pintarlo)
 
envenena la comida con que me alimenta
me prohíbe fumar mientras engorda mi ansiedad
y me quita los chupetes que podrían consolarme
 
provoca mi llanto
y después me obliga a maquillar las señales de la tristeza
 
si me pongo rebelde, ríe paternalista
cuenta que él también pasó por esa época
y mi rebeldía la rebaja a moda
que luce en camisetas los sábados por la mañana
cuando sale a comprar los cruasanes y el periódico
 
él me da detalle de cada asesinato, de todas las guerras
de las violaciones y los golpes de estado
 
pero tanta información me deja sorda y ya no escucho
los crujidos ni los llantos en voz baja
las señales del desmoronamiento
 
y él calla que cada muerto, cada herido
las mujeres violadas y los que sufren torturas
todos recibieron su visita antes de convertirse en lo que son ahora
 
se zafa de las culpas con promesas
pero yo sé que una palabra suya
bastará para condenarnos
 
y si desaparece es para espiar a salvo y oculto
en los bares, en los hoteles, en los baños, en las celdas
 
tengo que darle las gracias porque
¡tú eres una mujer moderna!, grita animoso
de las que habla inglés, trabaja en casa y en la oficina
va al gimnasio y aparenta menos edad de la que dice el dni
tienes nociones de pedagogía aunque apenas veas a tus hijos
 
y además fuiste bendecida con una vocación
para que puedas sentirte mejor que otras
(y yo callo que yo no quiero ser artista
si eso va a convertirme en diferente
porque ya me siento lo bastante sola
y no quiero competir en más carreras)
 
si muestro debilidad, susurra, todos querrán aprovecharse
(como si él dejara algo para los otros)
mejor será que despliegue arrogancia
(con todos menos con él)
 
de todo me habla pero no de quién recogerá los restos del naufragio
ni en qué lugar nos reuniremos los náufragos para organizarnos
para hacer un fuego, compartir la comida y quitarnos el frío
 
aunque antes hay que hacer acopio de fuerzas
para no abandonarse cada uno en su rincón
 
Un día, no sé cuándo, yo le voy a cobrar
sus cadáveres, las humillaciones
el secuestro de la inocencia
el expolio de los sueños
 
yo le voy a cobrar, no sé cuándo
 
y la primera puñalada que le voy a meter
va a ser por las caricias que no nos dimos
por los polvos que no echamos
tú y yo
cada vez que se cuela en nuestra cama
y nos dice que mañana, mañana, mañana
mañana el despertador sonará a las 6.30
 
y veinte minutos más de sueño
nos harán mejores soldados a su servicio
 
Te lo juro, mi amor. Una puñalada
por cada polvo que nos robó
y luego ya el resto, por los presos, por los indigentes
por los que dejan atrás casa y familia
por el dolor que no merecemos sufrir ni ver
por los campos arrasados
por los animales que se hacinan
por los niños que trabajan
por los ojos que se cierran por el cansancio y la muerte
por el tiempo que no volverá
por la vida que nos robaron
por la vida
mi amor
por la vida.
 
Copyright © 2013. Ana Pérez Cañamares
Todos los derechos reservados. All rights reserved
 

Capitalismo

CAPITALISMO

 

El hombre seboso y trajeado se cuela en nuestra cama cada noche

después de follarse al universo viene a susurrarnos nanas

su obsesión por nosotros no descansa nunca

en nuestros sueños nos persigue

con su disfraz de perro, de vendedor, de cura

de espiga de trigo, de pistola en el bolsillo

su disfraz de muerte, su disfraz de vida

 

sé que tú le gustas con ojeras

yo le pongo cachondo cuando estoy cansada

me quiere flaca aunque me tienta con chucherías

y a ti elegante aunque te duelan los huesos

 

me empuja a emborracharme pero no por diversión

sino para olvidar

que mis horas de ocio se cierran siempre con balance negativo

 

cuando estamos a punto de enfermar por agotamiento

nos premia con unas vacaciones

y nos tiende los billetes como el cazador

lanza un hueso al galgo que ahorcará mañana

 

me instiga a desear cosas que no necesito

aunque él nunca tiene para mí un regalo

 

dice que mis enemigos son aquellos

que quieren lo mismo que yo

porque no hay bastante

nunca hay bastante para todos

 

y nos cobra por lo que no es de nadie

por el agua de lluvia

por el sol y la arena

por los claros del bosque

y los manantiales

 

secuestra a mi amor durante 10 horas cada día

y cada día me lo devuelve más viejo

 

con sus brazos lascivos abraza a mi hija

y yo grito ¡huye!

-he visto los primeros signos de rendición

en su rostro inocente-

pero no sé mostrarle la puerta de salida

 

y más que mi felicidad, lo que a él le preocupa

es atisbar en mi cara un rastro de consuelo

que me permita llegar hasta la próxima tregua

 

cada día me pone café en los labios

para que aguante, y luego una pastilla

que me aplaque los nervios para que descanse y duerma

mientras él sigue haciendo conmigo lo que le viene en gana

 

(a veces se tumba sobre mí y yo con los ojos abiertos

miro al techo, y si se da cuenta me dice

que ya va siendo hora de pintarlo)

 

envenena la comida con que me alimenta

me prohíbe fumar mientras engorda mi ansiedad

y me quita los chupetes que podrían consolarme

 

provoca mi llanto

y después me obliga a maquillar las señales de la tristeza

 

si me pongo rebelde, ríe paternalista

cuenta que él también pasó por esa época

y mi rebeldía la rebaja a moda

que luce en camisetas los sábados por la mañana

cuando sale a comprar los cruasanes y el periódico

 

él me da detalle de cada asesinato, de todas las guerras

de las violaciones y los golpes de estado

 

pero tanta información me deja sorda y ya no escucho

los crujidos ni los llantos en voz baja

las señales del desmoronamiento

 

y él calla que cada muerto, cada herido

las mujeres violadas y los que sufren torturas

todos recibieron su visita antes de convertirse en lo que son ahora

 

se zafa de las culpas con promesas

pero yo sé que una palabra suya

bastará para condenarnos

 

y si desaparece es para espiar a salvo y oculto

en los bares, en los hoteles, en los baños, en las celdas

 

tengo que darle las gracias porque

¡tú eres una mujer moderna!, grita animoso

de las que habla inglés, trabaja en casa y en la oficina

va al gimnasio y aparenta menos edad de la que dice el dni

tienes nociones de pedagogía aunque apenas veas a tus hijos

 

y además fuiste bendecida con una vocación

para que puedas sentirte mejor que otras

(y yo callo que yo no quiero ser artista

si eso va a convertirme en diferente

porque ya me siento lo bastante sola

y no quiero competir en más carreras)

 

si muestro debilidad, susurra, todos querrán aprovecharse

(como si él dejara algo para los otros)

mejor será que despliegue arrogancia

(con todos menos con él)

 

de todo me habla pero no de quién recogerá los restos del naufragio

ni en qué lugar nos reuniremos los náufragos para organizarnos

para hacer un fuego, compartir la comida y quitarnos el frío

 

aunque antes hay que hacer acopio de fuerzas

para no abandonarse cada uno en su rincón

 

Un día, no sé cuándo, yo le voy a cobrar

sus cadáveres, las humillaciones

el secuestro de la inocencia

el expolio de los sueños

 

yo le voy a cobrar, no sé cuándo

 

y la primera puñalada que le voy a meter

va a ser por las caricias que no nos dimos

por los polvos que no echamos

tú y yo

cada vez que se cuela en nuestra cama

y nos dice que mañana, mañana, mañana

mañana el despertador sonará a las 6.30

 

y veinte minutos más de sueño

nos harán mejores soldados a su servicio

 

Te lo juro, mi amor. Una puñalada

por cada polvo que nos robó

y luego ya el resto, por los presos, por los indigentes

por los que dejan atrás casa y familia

por el dolor que no merecemos sufrir ni ver

por los campos arrasados

por los animales que se hacinan

por los niños que trabajan

por los ojos que se cierran por el cansancio y la muerte

por el tiempo que no volverá

por la vida que nos robaron

por la vida

mi amor

por la vida.

 

Copyright © 2013. Ana Pérez Cañamares

Todos los derechos reservados. All rights reserved