Cíclica profecía

CÍCLICA PROFECÍA

 

Llueve llanto en el Sur,
llanto moreno,
llanto de hueso al sol,
llanto de grieta,
llueve llanto de sed
y hasta el amor
llora con telarañas
en el vientre.

 

Cuando rebosa el cuenco de la nada,
el éxodo se asoma
con su llanto equipaje a los abismos
y vislumbra otros mundos plenos de agua y de viento:

 

son los nortes radiantes del expolio.

 

Con las manos desnudas,
trepa las alambradas de la ciudad dormida.
Polizón de su pulso, hace el viaje
lapado a un duro vientre de carburo.
Héroe con fe de fuga, viene por tierra o sangre,
útero, maletero, alcantarilla…
…muere entre las murallas de los mares
para alcanzar la orilla de la vida.

 

Llega en la noche oscura de su piel,
con ojos mares blancos donde vuelan
gaviotas ateridas de nostalgia.
Llega con su odisea sin laurel.
Llega y es bautizado nueva bruja.
Viene a nuestras hogueras de ignorancia
a contemplar un llanto diferente,
un llanto de hombre blanco que ha derrapado en curvas
de beneficios bajos.

 

Pero hay un dios calmante para hombres de la curva,
un dios que les concede mano de obra morena
de corazón tam tam sobreviviente;
lo traen en procesión los gurús analistas,
lo traen puliendo cifras con magias de la jerga
sin descifrarle al mundo la profecía exacta:

 

Tras la venta del viento que robasteis,
cuando haya fluctuado
el nuevo oro mutante en las derivas,
después de hacerse gruesa la grieta en las gargantas,
tendrá lugar la quiebra del corazón fundido.
Llegaréis los Pilatos aspirantes
a recoger cosechas abonadas con sangre;
vendrá dios Eficiencia subido a su opa mágica,
convocará su junta, comprará
dólares con dolores subterráneos.
Aduciréis frenazos del consumo,
déficit comercial, zarpas devaluadas,
recesión, depresión, abismo crediticio…
No vendrá nada mal un holocausto
y un estúpido velo de colores
que consiga ocultarlo.

 

Mirad detrás del velo:

 

llueve llanto en el Sur,
llanto moreno,
llanto de hueso al sol,
llanto de grieta;
llueve llanto de sed
y hasta el amor
llora con telarañas
en el vientre.

 

Copyright © 2014. Miguel Ángel Muñoz Pérez
Todos los derechos reservados. All rights reserved.

Nana inversa

NANA INVERSA
Quiero ser hombre bomba, mamá,
Y así mudar el hambre
por el regazo eterno que nos promete Alá
en los libros soñados por el hombre.
Quiero ser hombre bomba, déjame
jugar a desterrarme de este odio
que nutre sus raíces
en la promiscuidad de las fronteras.
Quiero ser hombre bomba. Ya verás;
cuando sea más alto
que este nido de escombros,
tu dolor tendrá orgullo de su retoño mártir.
Quiero ser hombre bomba, y lo seré.
Si disperso esta sangre que pariste llorando
En aquel lecho viudo tan reciente,
vivirá mi venganza en su epitafio.
Quiero ser hombre bomba, mamá;
matar, morir, arder,
ir de la lumbre a un limbo
como papá se fue.
 Copyright © 2014. Miguel Ángel Muñoz Pérez
Todos los derechos reservados. All rights reserved.

Pongamos que hablo de un país

PONGAMOS QUE HABLO DE UN PAÍS

 

Allá donde acontecen los secuestros,

donde el mal no se puede perseguir,

donde desahucian siempre a los honestos,

pongamos que hablo de un país.

 

Donde el deseo compra marcas blancas,

un envoltorio queda para mí,

que me cago en los muertos de la banca,

pongamos que hablo de un país.

 

La niña de Rajoy va a la privada,

la del currito tiene que asistir

a un barracón de enero congelada,

pongamos que hablo de un país.

 

Los pajarracos nunca van al trullo,

las estrellas son parte del Botín,

no cabe en el futuro un hijo tuyo,

pongamos que hablo de un país.

 

El sol es una manta de franela,

la vida un metro de Grecia hasta aquí,

nos venden jeringuillas de anestesia,

pongamos que hablo de un país.

 

Cuando la troika venga a visitarnos

y nos ponga mirando hacia Berlín,

estallará el Congreso en mil aplausos,

pongamos que hablo de un país.

 

Copyright © 2012. Miguel Ángel Muñoz Pérez

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Si se indignaran las tumbas

SI SE INDIGNARAN LAS TUMBAS

 

Si se indignaran las tumbas

el uno de noviembre,

si protestaran todas por la amarga escombrera

de calcio abandonado

en que se ha convertido el Cementerio,

caerían los hombres en la cuenta

de que sus cuentas matan

la memoria indefensa de los muertos.

Si se indignaran las tumbas,

si salieran en masa

cual cortejo de mármoles ajados,

rectangulares,

torpes,

con sus flores podridas por bandera

y su musgo elocuente en los grabados,

a pedir por sus muertos futuros a las calles;

si retumbara el grito de la voz del olvido

en las ventanas muertas de los vivos

y estos quedaran ciegos

dentro de las mazmorras de su vana codicia…

tal vez se sentirían vengados y orgullosos

estos huesos ancestros que consumen

tierra privatizada.

Pero las tumbas no nos indignamos

ni el uno de noviembre

ni el primero de mayo,

nos quedamos tan quietas como los pensamientos

borrachos de anestesia que ahogan a los hombres,

quietas como las sombras

de la misantropía triunfante.

  

 

Copyright © 2012. Miguel Ángel Muñoz Pérez

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