PIEL DE TORO, PIEL DE BECERRO
Hablamos de mortalidades por infartos.
Discutimos sobre los virus y las bacterias.
Peleamos por votos, contratas y correveidiles.
( Miedos, gargantas y guerras rituales )
Alabamos a malabaristas de balones.
Gozamos con fantasías virtuales o prestadas.
Adoramos a los vencedores con banderas.
( Éxtasis que los futuros amasarán en silencios )
Ahorcamos a los galgos por lentos.
Apuntillamos a los toros por nobles.
Armamos a los feroces por pingües maleficios.
( ¡ Sonreíd, dos mil años de misas os contemplan ! )
Solo olvidamos… las infancias torturadas.
Y las morgues, repletas de tiernos sueños
o estadísticas de maltratos infantiles.
( Puntas de icebergs, miradas vidriosas )
Solo… ignoramos las verdades dolorosas:
esos quistes incrustados en pieles curtidas
por hielos y fuegos, por burlas y golpes.
( Hay espíritus errantes y hay poesías inocentes )