SALVAD A LOS POBRES
¡ Salvad a los pobres, dadles dios y pan !.
¡ Dadles pasta, döner, pizza con vino !.
¡ Dadles patatas fritas con mac y una cola !.
¡ Salvad a los pobres con digital entertainment !
Dadles maná y tele … con potente mando a distancia.
Y bosques de hongos parabólicos.
Y listos teléfonos enchufados al amigo americano.
¡ Salvad a los pobres, dadles goles y miles, millones de amigos !
Dadles Gúguel y Feisbuc. Dadles un selfie de culo de mona.
Dadles héroes ronaldos del balompié y mil copas, porfa.
Y podios y banderas y escudos e himnos en mil campeonatos.
¡ Salvad a los pobres, dadles una visión, sueños !
Dadles chismorreos planetarios y reinas del porno.
Príncipes del papel cuché y divas descocadas dadles.
Y un Gran Hermano y una Jungla de concursos.
¡ Salvad a los pobres, dadles emprendedores !
Una corbata, un maletín… con licencia para matar a curros.
Dadles una cuenta secreta en el país de las vacas azules.
Y un rifle de gran calibre para descerebrar a paquidermos.
¡ Salvad a los pobres, dadles el Niño, el Gordo, el Ciego !
Salvad sus almas jugadoras, sus cuentas o sus bolsillos
al menos. Hombres buenos vestidos de blanco … ¡ salvadles !…
así en la Tierra como en los espacios siderales del vasto universo.
¡ Salvad a los pobres, dadles poetas bienaventurados !
Es decir, vates con vocaciones literarias kamikazes, hai.
Tipos como Jesús o Sócrates, que se inmolan en piras de verdades.
Salvadles por todos y por Pablo que está en el Purgatorio.
¡ Salvad a los pobres, pero antes, abrid un chiringuito en la playa !
Copyright © 2014. Adolfo Escat
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