Infusión de nube Posted on febrero 21, 2013 por tony INFUSIÓN DE NUBE Hoy el ministro ha dicho que la vida, amigos, que la vida cuesta cada vez menos y nosotros que la vemos pasar cada mañana con una cinta azul en su cabello y una falda brevísima, nosotros que la vemos desde el fondo de nuestro corazón subarrendado donde el amor también es un remiendo, y no a través de un álgebra marchita que repite sus pulcros logaritmos, sus índices enfermos; nosotros que la vemos despeinarse hebra por hebra, lágrima por lágrima, desde el ojo nutricio de los cuencos y no desde la asepsia de un vigésimo piso donde todo sucede como un eco, nosotros que entendemos su lenguaje de pura maravilla derrumbada, su número de piedra indivisible, nosotros sí sabemos en cuánto escaparate está la vida y cuál es su valor y cuál su precio; la compras al anciano ambulatorio que la diluye en llanto al dos por ciento; la compras por monedas en la esquina de un madrugón oscuro y sin escarchas con rodajas de luna sobre el sexo, o a tanto mercader como paloma que volara celestes hospitales con sus alas a sueldo; o al niño que en sus manos de limosna aprieta los conjuros vergonzosos de un hambre combatiente, de pesadillas largas, sin trincheras ni bastiones de pan amanecido por las grietas del tiempo. Entonces, no es noticia que nos han devaluado la esperanza y establecido turbias hipotecas sobre cada fracción de nuestros sueños; que a la vida le han puesto cuatro cifras y un punto decimal por lo que fuera, nosotros sí sabemos, porque, a veces, total y naufragada, la encontramos inscripta en el cansancio, adherida al reverso de la noche con un nudo de sombras en el cuello y le arrojamos agua milagrosa sobre la curva leve de los párpados y en la rosa febril de sus mejillas concebimos un beso, y le damos jarabe de luciérnagas y una infusión de nube y la arropamos… Porque, a pesar de todo, algunas veces, se nos muere de frío y de silencio. Entonces, que el ministro no nos diga cuánto vale la vida, cuánto cuesta ni en dónde se refugia cuando el mundo establece su cólera de abismo, que nosotros… nosotros sí sabemos. Copyright © 2013. Ariel Alejandro Giacardi Todos los derechos reservados. All rights reserved e-mail: agiacardi@hotmail.com Share this/Compartir:TwitterFacebookMe gusta esto:Me gusta Cargando... Relacionado
Gracias, Clonice. La poesía puede también ser un arma. Manifestar la indignación es una manera de construir un mundo más justo. Abrazo fraterno. Responder ↓
Enhorabuena!!! que nosotros continuemos a expresar nuestra indignación mundial.
Gracias, Clonice. La poesía puede también ser un arma. Manifestar la indignación es una manera de construir un mundo más justo. Abrazo fraterno.